El láser produce un intenso destello de luz que fragmenta y destruye el folículo piloso sin dañar los tejidos y estructuras adyacentes.
Por eso, en las mujeres, es necesario un promedio de 6-10 sesiones para zonas corporales. En las zonas faciales el número de sesiones necesarias es mayor, al ser zonas hormonodependientes.
En hombres son precisas más sesiones, dado que su situación hormonal natural hace que fabriquen de forma natural más vello debido a la testosterona.